El exceso de comidas, dulces…, así como ingerir alguna copa de más de alcohol, todo ello unido al estrés que provocan estos acontecimientos navideños y la falta de sueño por los distintos festejos durante estas fechas, pasan factura a la piel, especialmente a la del rostro. Estos abusos y la pérdida continuada de la rutina en las horas de descanso, pueden provocar que, al final de las fiestas, el rostro tenga un aspecto apagado, con ojeras mas marcadas e incluso aparezca acné o arrugas.
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